El uso de los préstamos como palanca estratégica, cómo posibilita el crecimiento, tipos de préstamos que hay y sus riesgos.
Las compañías utilizan los Préstamos para Empresas en momentos estratégicos de sus negocios, o bien en fase de expansión y crecimiento, o en momentos en los que necesita capital para alcanzar sus objetivos, o como salvavidas de su negocio.
Son herramientas fundamental para asegurar el crecimiento de un negocio pues lo dotan de una gran cantidad de capital a cambio de un coste relativamente ajustado que es fácil de rentabilizar durante la vida útil del préstamo.
A lo largo de este artículo te vamos a presentar un análisis detallado sobre los Préstamos para Empresas, junto con las consideraciones para solicitarlo, su implicación fiscal o financiera y algunos consejos prácticos para decidir el momento de su solicitud.
Un préstamo para empresas es un acuerdo entre una institución financiera, como un banco o una cooperativa de crédito, y una empresa, en el que la primera le otorga a la segunda una determinada cantidad de dinero a cambio del compromiso de devolverla en un plazo específico, junto con intereses.
A la hora de cerrar un préstamo, la entidad financiera (prestamista) y la empresa (prestatario) negociará una serie de condiciones que cambiarán la naturaleza y el tipo de préstamo, como son el tiempo, la cadencia, o los tipos de interés. En cuanto al perfil de prestamista, pueden asumir ese papel las entidades financieras tradicionales, agentes públicos o instituciones financieras alternativas.
Son aquellos ****que cubren necesidades inmediatas de liquidez como el inventario, sueldos, impuestos o facturas. Suelen tener plazos de devolución corto, generalmente están por debajo de los 12 meses aunque pueden alargarse hasta 3 años.
El precio de estos préstamos suele ser más alta que los de largo plazo pues tienen el objetivo de resolver problemas de capital de urgencia lo que aumenta el precio del producto. Además, los costes de apertura y gestión son fijos en su mayoría pero la entidad los repercute en menos tiempo, lo que afecta a la TAE del producto.
Diseñados para financiar proyectos de mayor envergadura, como la adquisición de activos fijos o la expansión del negocio. Suelen tener plazos de devolución más largos, que pueden ir desde varios años hasta décadas, suelen oscilar entre 5 y 30 años.
Generalmente, este tipo de préstamo para empresas cuentan con unas tasas de interés más altas pues el riesgo asociado con la devolución del principal se prolonga en el tiempo, aumentando las probabilidades de mortalidad del negocio e impago.
Se tratan de productos caracterizados por su flexibilidad, ya que la empresa solo utiliza aquellos fondos que necesiten y pagar intereses únicamente por el capital dispuesto. Esto lo hace atractivo para empresas que requieren liquidez a corto plazo. Ofrecen a las empresas acceso a un monto de crédito preaprobado que pueden utilizar según sus necesidades. Funcionan como un cajero para empresas, permitiendo retirar y disponer de fondos dentro del límite establecido.
Las líneas de crédito suelen ser otorgadas por bancos, entidades financieras o plataformas de préstamos online. Es difícil categorizar las condiciones generales pues dependen mucho de la cantidad preaprobada, las comisiones y los requisitos de solicitud que varían según la institución financiera y el perfil crediticio de la empresa.
El momento de solicitud de un Préstamo para Empresa es un hito muy importante para el devenir del negocio y que puede desbloquear una gran oportunidad por delante o matar la viabilidad de un proyecto, es por eso que todo empresaria antes de solicitar un préstamo ha de llevar a cabo un proceso interno y externo de reflexión importante.
Antes de nada, el empresaria deberá conocer todas aquellas implicaciones que asume un prestamista a la hora de contratar un préstamo para su empresa.
Es el riesgo principal, derivado de la incapacidad de la empresa para cumplir con nuestras obligaciones de pago. Esto puede generar algunas consecuencias como el impacto de los intereses moratorios y la inclusión en la lista de morosos.
En este sentido, en el momento que una empresa solicita un préstamo se da de alta en el CIRBE, un base de datos pública que registra la información crediticia de personas físicas y jurídicas suscrita al Banco de España. Las entidades financieras están obligadas a remitir al CIRBE mensualmente la información sobre los riesgos que mantienen con sus clientes, incluyendo préstamos, créditos, avales y garantías.
Un mal historial crediticio en este órgano, con morosidades e impagos, puede condicionar negativamente el éxito de solicitudes futuras. En estos casos, las entidades financieras pueden ser más reacias a otorgar nuevos préstamos o pueden exigir condiciones más restrictivas.
También deberemos considerar muchos otros:
Como hemos visto, solicitar un préstamo tiene una serie de implicaciones para el empresario, así que es fundamental tener un entendimiento completo de la situación de tu empresa para tomar la decisión con cautela y responsabilidad.
Para aumentar las posibilidades de éxito y minimizar los riesgos, es fundamental que el prestatario realice una evaluación previa y tome en cuenta los siguientes aspectos:
A partir de ahí, es importante comparar ofertas de diferentes entidades, analizando aspectos como la tasa de interés, el plazo de devolución, las comisiones asociadas (apertura, disposición, cancelación…), las garantías requeridas y la flexibilidad de las condiciones.
Generalmente los precios y condiciones de cada entidad varían, así que dependiendo de quién sea tu interlocutor con la entidad y tu capacidad de negociación, pueden acceder a muchas mejores condiciones y sobre todo que se adapten mejor a tus necesidades concretas, así que como parte del proceso es es fundamental comprar y saber negociar bien con las distintas entidades.
Una vez decidida la entidad y cerradas las condiciones, tendrás que aprender cómo es el proceso de solicitud tipo.
En cuanto a la documentación solicitada, hay una distinción entre información más genérica de la empresa, como una revisión financiera o un plan de negocio más estructurado que proyecte las palancas de crecimiento y plan de negocio que fundamente el periodo de amortización.
Concretamente en el dossier de financiación se añadirá:
Plan de Negocio: normalmente los bancos solicitarán un documento o memorándum de inversión con el siguiente contenido.
En conclusión, los préstamos para empresas son una herramienta vital para financiar el crecimiento y la estabilidad de un negocio. La elección del tipo de préstamo, ya sea a corto o largo plazo, o una línea de crédito, debe basarse en las necesidades y perfil financiero de la empresa. Es fundamental realizar una evaluación exhaustiva de la situación financiera antes de solicitar un préstamo para minimizar riesgos.
Comparar ofertas y negociar las condiciones puede resultar en mejores términos, y una preparación adecuada de la documentación es crucial para el éxito de la solicitud. En última instancia, un préstamo bien gestionado puede impulsar el desarrollo de la empresa, mientras que una mala gestión puede tener consecuencias negativas, por lo que es esencial tomar decisiones informadas y estratégicas.