Financiación para la gestión óptima del flujo de caja. Tipos de factoring, ventajas y costes asociados.
El factoring sin recurso es un instrumento de deuda que tienen las empresas para gestionar de manera eficiente su flujo de caja, ser capaces de seguir creciendo al financiar las ventas realizadas y facturadas.
Descubre qué es el factoring sin recurso, qué ventajas puede ofrecer este tipo de factoraje a la hora de gestionar la tesorería de una empresa y cómo funciona a nivel operativo. Te damos los detalles necesarios para empezar a operar con este tipo de financiación y ser capaz de escoger la fórmula idónea.
Un contrato de factoring, el factoring, es aquel en el que se efectúa una cesión del crédito a cobrar por parte de una empresa a una entidad financiera, tanto entidad bancaria como una entidad alternativa. Dicho en otras palabras, la empresa cede un derecho de cobro a una entidad a cambio de un interés por lo que la empresa obtiene por adelantado el importe del crédito (por ejemplo una factura a cobrar en 90 días), un crédito que será cobrado por el inversor/entidad.
El factoring sin recurso añade un tema adicional a la ecuación y es el riesgo de impago. Cuando el factoring es sin recurso implica que en caso de haber un impago en relación al crédito cedido este será asumido por parte del inversor/entidad que adquiere el crédito.
Si lo vemos con un ejemplo, una empresa realiza unos trabajos para un cliente, emite una factura y esta es recibida por parte del cliente. Esta factura, de 100.000€, se pagará a 90 días. La empresa necesita liquidez para continuar con su actividad por lo que recurre al factoring sin recurso con una entidad bancaria.
La entidad bancaria accede a financiar la compañía a través de un factoring sin recurso asociado a la factura de 100k€ a cambio de un interés del 5%. Por lo tanto la empresa recibe 95.000€ hoy y la entidad bancaria recibirá 100.000€ en 90 días, del cliente. En caso de que el cliente de la empresa impagase, sería asumido por la entidad, que asumió el riesgo de impago (sin recurso).
Detallamos las diferencias que hay entre ambos tipos de factoring a través de 3 características básicas: la posesión del riesgo de crédito, la categorización de venta definitiva y el impacto que tienen ambas modalidades de financiación en los estados financieros.
Diferencias en relación con el riesgo de crédito:
Diferencias en relación la venta:
En relación con el impacto en los estados financieros:
El proceso para obtener financiación a través del factoring sin recurso puede ser sencillo y especialmente rápido, lo que hace de él una de las mejores formas de financiación.
En relación con el proceso, estos serían los pasos a dar:
Paso 1: Elección del proveedor de financiación
Este primer paso es primordial, deberíamos de contactar con el máximo número posible de proveedores con el fin de poder comparar diversas propuestas, escogiendo aquella que, normalmente, sea más barata, es decir, aplique un interés menor.
Paso 2: Presentación de las facturas a financiar a la entidad de factoring
Enviamos la o las facturas a la entidad junto con el detalle fiscal del deudor, a nombre de quién va la factura.
Paso 3: Evaluación por parte de la entidad de dichas facturas así como del deudor (el que sería el cliente de la empresa)
Esta parte puede ser inmediata, normalmente este paso tarda entre 24 y 48 horas. Las entidades se conectan a diversas plataforma de análisis de riesgos para entender el riesgo crediticio de los deudores (quien tiene que pagar la factura).
Paso 4: Propuesta de la entidad
En función del riesgo crediticio analizado en punto anterior se decidirá si la entidad accede a financiar la factura y en caso de que sí en qué términos, es decir, emitirán una propuesta donde se indique:
Paso 5: Contacto con el deudor
Una vez la propuesta encaja por ambas partes, la entidad se pone en contacto con el deudor para informarle de que, a partir de la firma de contrato el propietario del derecho de crédito será la propia entidad, por lo que el deudor se compromete a pagar dicha factura directamente a la entidad.
Este paso es necesario para poder pasar al siguiente paso.
Paso 6: Firma de contratos
Sí el deudor accede a lo comentado en el punto anterior y dado que las condiciones ya han sido pactadas (la propuesta), se firman los contratos de cesión de crédito tal cual ha sido estipulado. Desde este momento la factura pasará a ser propiedad de la entidad financiera.
Paso 7: Recepción del capital, anticipo de los fondos
Una vez firmados los contratos la entidad financiera se dispondrá a realizar una transferencia por el importe de la factura financiada.
En caso de que este % sea inferior al 100% se transferirá el financiado y el % restante una vez la factura haya sido cobrada por parte de la entidad financiera.
Paso 8: Gestión del cobro por parte de la entidad
Dado que estamos hablando del factoring sin recurso esta parte no tendría excesivas implicaciones para nosotros como empresa dado que el riesgo ha sido cedido a la entidad. Dicho esto, si este fuera el caso no sería un punto positivo para nosotros a la hora de querer repetir la operación. Es de nuestro interés que la factura sea cobrada por parte de la entidad.
Esta vía de financiación tiene diversas ventas que hacen de ello una de las principales fuentes para todas las compañías, especialmente aquellas con modelos B2B donde sus clientes son otras empresas y donde el importe de las facturas es superior a los 5.000€.
Algunas de estas ventas o aspectos positivo son:
Para ilustrar mejor, supongamos una empresa que quiere financiar facturas por un valor total de 100,000 euros. Los costes podrían desglosarse de la siguiente manera:
Total de Costes: 1,500 + 4,000 + 300 + 1,000 + 200 = 7,000 euros.
Veamos dos casos vividos en Loanto donde gestionamos varias líneas de factoring sin recurso para dos clientes que necesitaban financiar su operativa dado que tenían plazos de cobro demasiado extensos para sus ciclos internos.
Caso 1: Compañía de logística
En este caso hablamos de una empresa de transporte donde sus clientes pagan a 60 días, importes de factura superiores a los 50k€. El sector del transporte opera con márgenes reducidos por lo que la gestión de la caja es indispensable en este tipo de negocios.
Para poder hacer frente a sus pagos corrientes como son el pago de nóminas, los transportistas tuvimos que hacer uso del producto para adelantar el cobro de facturas puntuales (total de 200.000€) para destensionar la caja y hacer frente a los pagos de su actividad ordinaria.
Caso 2: Farmacia
El modelo de farmacia típicamente se descompone en dos áreas, la venta y cobro de medicamentos con receta vs la venta y cobro de medicamentos sin receta.
En relación con la venta de medicamentos sin receta cobran en el momento del cliente y pagan a proveedores entre 30 y 60 días, por lo que con un stock bien gestionado pueden tener ninguna o escasa diferencia entre el flujo de entrada y salida de la caja.
En relación con la venta de medicamentos con receta la historia es totalmente diferente dado que el que paga el medicamento es el estado (casi en su totalidad). El Estado paga con períodos que han llegado a superar los 180 días por lo que la farmacia requiere de una capacidad financiera considerable.
Por lo tanto ejecutamos en conjunto una línea de factoring sin recurso donde a través de una entidad financiaron cubrimos la totalidad de facturas pendientes de cobro por parte del estado, eliminando las tensiones de tesorería que tenía dicha farmacia.
Es indispensable realizar una gestión de la tesorería óptima y instrumentos, productos financieros como es el factoring, tanto con como sin recurso se hacen indispensables en muchos negocios a través de casi todas las industrias.
El factoring sin recurso es un instrumento financiero donde se vende o transfiere un derecho de crédito (el emisor de una factura) a una entidad financiera que adquiere dicho derecho. A cambio la entidad adelanta el cobro al emisor restando un interés. Esta venta de derecho es sin recurso lo que implica que en caso de haber un impago por parte del deudor (el que recibe la factura) será asumido por la entidad que adquiere el derecho de crédito.
La eliminación del riesgo de impago, el riesgo es cedido a la entidad financiera por lo que la empresa cobrará el importe sin riesgo alguno. Mejora del flujo de caja ya que se trata de un instrumento financiero que reduce los períodos medios de cobro. Vía de financiación rápida con tiempos que van de las 48 horas a las dos semanas. No computa en CIRBE e implica una reducción de costes administrativos puesto que la gestión del cobro pasa a tenerla la entidad que adquiere el derecho de crédito.
La diferencia esencial es que en el caso del factoring con recurso el riesgo de impago es asumido por la entidad que adquiere el derecho mientras que en el caso de factoring sin recurso el riesgo de impago es asumido por el emisor, la empresa. Esto implica que si el cliente (el deudor) no paga la factura la entidad irá contra la empresa emisora de la factura para su cobro.
Puedes ver el detalle completo de cómo realizarlo aquí.