Formas de financiar la adquisición de inmovilizado material, e intangible en algunos casos, por parte de las compañías
El arrendamiento financiero y operativo son dos formas de financiar la adquisición de inmovilizado material, e intangible en algunos casos, por parte de las compañías. El arrendamiento financiero, también llamado leasing y el arrendamiento operativo, también llamado renting. Dos formas que debemos de explorar para una óptima gestión financiera.
Vamos a hablar en profundidad de los dos términos, el arrendamiento financiero y el arrendamiento operativo, sus definiciones detalladas, las diferencias entre ambos tipos de financiación, qué interesa en qué situación, proporcionar una guía práctica sobre cómo contabilizarlos de acuerdo con las normas contables vigentes y su impacto fiscal.
Esta guía ayudará a las empresas a tomar decisiones informadas sobre qué tipo de arrendamiento es más adecuado para sus necesidades financieras y operativas.
Un arrendamiento es un contrato mediante el cual una parte (el arrendador) cede a otra parte (el arrendatario) el derecho de usar un activo durante un período de tiempo determinado recibiendo a cambio unos pagos periódicos (cuotas).
Este acuerdo permite al arrendatario utilizar un activo (tangible o intangible) sin la necesidad de adquirirlo de forma permanente, facilitando a la compañía el acceso a bienes que pueden ser costosos o no estratégicos para la compra inmediata o a corto plazo. Por lo tanto influye un aspecto tanto estratégico como financiero.
Existen esencialmente dos tipos de arrendamiento cuyas diferencias radican en los riesgos y beneficios transferidos y por lo tanto en su forma de contabilizarlo.
El arrendamiento no deja de ser un tipo de financiación, en vez de pagar un importe total (el valor del bien usado), se paga mensualmente por hacer uso de él. Existen muchas formas de financiar una empresa, las pólizas de crédito, los préstamos para empresas e incluso el factoring, el leasing y el renting siguen siendo una de las principales fuentes de financiación.
A continuación detallamos sus definiciones y características.
El arrendamiento financiero es un contrato en el que se transfieren sustancialmente todos los riesgos y beneficios inherentes a la propiedad del activo, aunque el título de propiedad puede o no ser finalmente transferido. Este tipo de arrendamiento suele implicar una duración que cubre una parte significativa de la vida útil del activo y puede incluir una opción de compra al final del contrato.
Desgranando sus características clave:
Transferencia de riesgo: se transfieren la gran mayoría de riesgos y beneficios vinculados a la propiedad del activo que se está arrendando.
Los riesgos que se están transfiriendo en una arrendamiento financiero son los siguientes:
Duración del contrato: la duración del contrato de arrendamiento financiero suele cubrir la práctica totalidad de la vida económica útil del activo. Por ejemplo, si la vida útil de una máquina fuera de 10 años, el arrendamiento tendría típicamente una duración de 8 años, cubriendo así la práctica totalidad de su vida económica.
Opción de compra: al término del contrato el arrendatario tendrá la opción de adquirir el activo por un precio definido al inicio. Este precio normalmente será reducido dado que la práctica totalidad del activo se ha pagado a lo largo de su vida útil. El arrendador habrá generado su rentabilidad mínima objetivo por lo que este último punto no representará necesariamente una necesidad para la parte arrendadora.
Detallando las ventajas que tiene el arrendatario con respecto al contrato de arrendamiento financiero o leasing:
Beneficios fiscales
En esta línea tenemos varios puntos interesantes que se deben tener en cuenta a la hora de tomar una decisión:
Propiedad del activo al final del contrato
Con un contrato de leasing tienes la opción una vez finalizado el contrato de adquirir la propiedad del activo.
Previsibilidad de pagos
Los pagos están totalmente definidos al inicio del contrato por lo que somos capaces de incorporarlos en el flujo de caja previsto de la compañía
Por otro lado, si hablamos de las desventajas que tiene el arrendatario:
Mayor responsabilidad en el balance
Para bien o para mal, el valor del arrendamiento financiero aparecería en el balance de la compañía como si se hubiera realizar una adquisición de activo.
Costes de mantenimiento
Dado que el riesgo de mantenimiento es transferido, es decir, el mantenimiento del activo es asumido por el arrendador, todos los costes derivados de ello serán pagados por parte de la compañía arrendadora, impactando de manera directa y en negativo contra la cuenta de pérdidas y ganancias.
Seguro
Otro de los costes a asumir por parte del arrendatario es el seguro y con ello la responsabilidad de si hubiera cualquier tipo de suceso qué coberturas tendrían.
El arrendamiento operativo, por otro lado, es un contrato en el que no se transfieren los riesgos y beneficios inherentes a la propiedad del activo. Este tipo de arrendamiento suele ser de corto plazo en comparación con el arrendamiento financiero, y el arrendador retiene la responsabilidad del mantenimiento y riesgo asociado con el activo.
Por un lado las ventajas del contrato de arrendamiento operativo para el arrendatario:
Flexibilidad
Dado que estamos hablando de un contrato con una cuota mensual y el los riesgos son asumidos en su práctica totalidad por parte del arrendatario, la flexibilidad de la que goza el arrendador es total. No hay que asumir ningún tipo de obligación más allá de un uso adecuado del activo.
El período de duración del contrato suele ser a corto y medio plazo, pudiendo variar de meses a 4 o 5 año, pudiendo adecuar la duración a las necesidades del arrendador.
Menor responsabilidad en el balance
El renting no implica una activación en el activo del balance de situación de la compañía dado que supone únicamente un gasto mensual deducible. La responsabilidad en balance es inexistente.
Mantenimiento a cargo del arrendador
Los costes de mantenimiento del arrendador así como el riesgo de pérdida de valor con asumidos en su totalidad por parte del arrendador, el arrendatario únicamente tendrá que preocuparse de hacer el uso que considere del bien arrendado.
Por otro las desventajas del contrato de arrendamiento operativo para el arrendatario:
No hay opción de compra
Llegada la finalización del contrato de arrendamiento, el arrendatario no podrá adquirir el bien como si puede hacer en el leasing.
Costes totales pueden ser más altos a largo plazo.
Una de las tareas a realizar a la hora de tomar la decisión de si hacer uso del arrendamiento financiero y operativo es precisamente el cálculo de los costes del mismo. Típicamente las cuotas del renting serán más elevadas y en cómputo general supondrá en mayor gasto dada especialmente la felxibilidad y duración del contrato.
Contra mayor flexibilidad y menor duración del contrato mayor serán las cuotas y mayor la necesidad de rentabilidad por parte del arrendador.
Las diferencias entre el arrendamiento financiero y operativo están relacionadas con los riesgos y beneficios que llevan consigo, su impacto contable, la duración de los contratos y la posibilidad o no de comprar el activo.
El arrendamiento financiero implica la transferencia de prácticamente todos los riesgos y beneficios inherentes en la propiedad del activo a arrendar mientras que en el caso del operativo (el renting) esto sería totalmente contrario.
Los riesgos asumidos en el leasing son mayores que con el renting.
Dado que en el arrendamiento financiero se transfieren casi todos los riesgos, a efecto contables se trata como si el bien hubiera sido adquirido por la compañía, es decir, se registra y amortiza.
Al otro lado tenemos el caso del renting donde no hay un registro en balance sino únicamente en la cuenta de pérdidas y ganancias, contabilizando las cuotas mensuales o anuales como un gasto en su totalidad.
La duración típica en un arrendamiento financiero está asociada a la vida útil del bien arrendado mientras que en el caso del operativo la duración es a corto plazo siendo este de 6 meses a 4 años como norma general.
Por ejemplo, si el activo en cuestión fuera un coche, con un leasing estaríamos hablando de u contrato a 8 años dado que la vida útil de este activo ronda los 10 años, mientras que en el caso del renting nos iríamos a una duración de 3 a 4 años.
En el caso del arrendamiento financiero sí tendremos la opción de comprar el bien finalizado el período del contrato mientras que en el caso del arrendamiento operativo no tendremos esta opción.
En el marco del Plan General de Contabilidad (PGC) de España, los arrendamientos se regulan principalmente bajo la norma de valoración 19 (NV 19) "Arrendamientos y operaciones similares". Esta normativa establece cómo deben ser contabilizados tanto los arrendamientos financieros como los arrendamientos operativos. A continuación se describen los requisitos de contabilización según el PGC para cada tipo de arrendamiento:
Arrendamiento Financiero
Arrendamiento Operativo